Blog de Gonzalo Cané dedicado a la difusión de jurisprudencia, federal, nacional y provincial, y dictamenes, poco recordados pero de importante contenido histórico por las circunstancias fácticas que les dieron lugar.

Personajes. José Benjamín Gorostiaga

José Benjamín Gorostiaga
El Redactor
de la
Constitución Nacional



































Palabras del Diputado Antonio Calabrese en el proyecto de declaración de homenaje a José Benjamín Gorostiaga.

 “Para fundar este proyecto de declaración en homenaje al jurista santiagueño José Benjamín Gorostiaga con motivo de cumplirse este mes el centésimo quincuagésimo cuarto aniversario de la sanción de la Constitución Nacional.
Nunca antes, ni después de José Benjamín Gorostiaga, como dice los fundamentos escritos, un hijo de esta tierra ocupó tantas y tan relevantes funciones y realizó una obra tan importante para la República.
Gorostiaga fue constituyente por la provincia en 1853 y en 1860 y también fue constituyente por la provincia de Buenos Aires en 1870; fue Ministro del Interior y Ministro de Hacienda en la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento; fue Presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires; fue Ministro de la Corte Suprema de la Nación: fue Presidente de la misma durante diez años de los veinte que la integró; fue docente universitario y académico de derecho en 1885; integró la Comisión Redactora del Código de Comercio de la Nación, pero además tiene dos antecedentes importantes que demuestran su preocupación permanente por los problemas nacionales.
Fue en 1890, habiendo dejado la Corte hacía dos o tres años, miembro de la "Junta Consultiva" de la Revolución del '90 con Leandro Alem, Bartolomé Mitre, y Bernardo de Irigoyen entre otros; pero también fue, señor Presidente, fundador y miembro de la Junta Ejecutiva de la Unión Cívica que presidía Leandro Alem y que es la antecesora de la Unión Cívica Radical de hoy.
José Benjamín Gorostiaga integra esa Junta Ejecutiva en representación del Club, así se llamaban los Comité en aquellas épocas, de Catedral al Norte. Pero más allá de todos estos cargos ejercidos por nuestro comprovinciano la obra magna que lo destaca y que lo ha hecho entrar en la historia es la autoría, digo yo y lo veremos después también en otros autores, de la Constitución Nacional.
Constitución Nacional que es una de las más viejas del mundo y cuyo plazo de vigencia es uno de los más largos, lo que quiere decir que el Constituyente, en este caso, el santiagueño Gorostiaga, captó la esencia, el espíritu del pueblo que estaba destinado a recibir esta Constitución.
Generaciones. Gorostiaga fue a los 29 años Convencional Constituyente por esta provincia junto con el Presbítero Benjamín Lavaisse; Gorostiaga tenía 29 años, Lavaisse 30 y el Gobernador que los enviaba Manuel Taboada, tenía 34. Eran hombres de una misma generación, como dice en su obra Jaime Perriaux, "Las Generaciones Argentinas" en el concepto que Ortega y Gasset desarrollara en la Universidad Central de Madrid; esas generaciones que se daban cada 15 años citando como ejemplo a estos personajes. En los altos de la panadería de Merengo, en la Ciudad de Santa Fe, en la Navidad de 1852 hasta fin de enero de 1853 tras el calor y la humedad de los días, se veía por las noches encendidas las luces del cuarto donde vivía José Benjamín Gorostiaga que tenía costumbres verdaderamente ascéticas para la época; era un hombre alto, erguido, según dicen Carlos Ibarguren y José Maria Zuviría, hijo del Presidente de aquella Asamblea Constituyente, en el retrato físico que le hacen, de finos modales, educado, un hombre de barba negra, pelo enrulado y compacto, de mirada profunda y ojos oscuros. En aquella época en donde la vida social era muy intensa en Santa Fe y tres de los veintisiete Convencionales Constituyentes, inclusive, se casaron en Santa Fe con santafesinas; este hombre, nuestro comprovinciano que también era soltero, no asistió a ninguna reunión social porque dedicó todo su tiempo a redactar "el esbozo" y el anteproyecto de la Constitución. En este sentido, dice Paul Groussac, que no se ha escrito todavía la historia del Congreso de Santa Fe, pero cuando se escriba, seguramente se le reconocerá al jurista santiagueño su importante obra y su peso dentro de la Convención Constituyente. "Si es lícito adjudicar, dice Paul Groussac, la autoría de la Constitución a alguien, ese alguien es el doctor José Benjamín Gorostiaga". Esto lo dice en su obra "Estudios Históricos Argentinos" en el capítulo correspondiente a "Las Bases" de Alberdi.
En las antípodas del pensamiento político de Paul Groussac, José María Rosa en su obra "Nos los Representantes...", publicada por la Editorial Theoría en el mes de julio de 1955, dice, que "toda la labor de la comisión se puede resumir en la labor personal de José Benjamín Gorostiaga".
Carlos Sánchez Viamonte al prologar la obra de Jorge Reinaldo Vanossi le adjudica, no solamente la autoría, sino la interpretación de la Constitución al doctor José Benjamín Gorostiaga.
Jorge Mitre en una edición de "La Nación del 22 de marzo de 1953" recuerda que Bartolomé Mitre le dijo de sus propios labios que "Groussac tiene razón en lo que dice, lo que pasa es que no entiendo como se animó a decirlo". Pero la obra más importante al respecto, es la de Jorge Reinaldo Vanossi. Fue su tesis doctoral en la Universidad del Litoral, escrita en el año 1970, y publicada con el titulo de "José Benjamín Gorostiaga y su influencia en la Constitución Nacional y su Jurisprudencia"; allí dice Jorge Reinaldo Vanossi que la obra de José Benjamín Gorostiaga surge de su anteproyecto, que es un testimonio irrefutable de su autoría. El anteproyecto se encuentra en manuscrito, en la sección manuscritos del Archivo de la Biblioteca Nacional.
Clodomiro Zavalía, otro autor famoso de derecho público provincial y municipal, en conferencia dictada en el año 1940 en base a los antecedentes que le había dado el entonces embajador de Argentina en Estados Unidos doctor Espil, dice que también se encuentra una copia de este esbozo hecha de puño y letra de José Benjamín Gorostiaga en los archivos de la Secretaría de Estado en Washington. Pero tal vez fue José Seco Villalba, que publicó en 1943 el libro "Fuentes de la Constitución Argentina", el autor más importante sobre este tema, porque a él siguieron después la mayoría de los constitucionalistas y dice José Seco Villalba, al señalarlo como autor "que su esbozo como tal, es la escritura textual", que después se transformó en la Constitución Argentina.
Alberdi o Gorostiaga? Ernesto Quesada, en el bufete de cuyo padre trabajó José Benjamín Gorostiaga como abogado, cuando recién se recibió en 1844 en la Universidad de Buenos Aires, dice en la obra "Pujol en la época de la Confederación Argentina" y en una carta remitida a González Calderón, que también reproduce en su obra "Tratado de Derecho Constitucional" que José Benjamín Gorostiaga, redactó todo el texto y que la influencia de Juan Bautista Alberdi fue nula, porque se refirió solamente a la obra de Pellegrino Rossi comentando la Confederación Helvética y el conocimiento de los idiomas foráneos sobre todo del inglés que tenía José Benjamín Gorostiaga, le había permitido conocer esa obra en fuente directa.
Alberto Ricardo Dalla Vía, que es uno de los profesores titulares de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires, escribió una obra con motivo del Sesquicentenario de la Constitución que se llama "Itinerario y Vigencia de la Constitución Histórica" y allí sigue la teoría de Vanossi y de Seco Villalba y sostiene sobre la autoría de Gorostiaga y los borradores de su anteproyecto, es decir el esbozo, que son la prueba irrefutable de su autoría. Y de allí que no solamente en el preámbulo y en la parte orgánica, es textual al proyecto de Gorostiaga y se diferencia de Alberdi en que el preámbulo por ejemplo, redactado por Gorostiaga, es totalmente distinto al de Alberdi, y que el sistema rentístico del Articulo 4o, también es totalmente diferente, porque Alberdi proponía que el tesoro nacional se formara con impuestos a las provincias y sin embargo Gorostiaga, logra sancionar que la Nación tenga facultad para crear también impuestos indirectos. Pero fundamentalmente, dice Dalla Vía, en la influencia de Mariano Fragueiro, en la obra "Cuestiones Argentinas", que reconoce expresamente Gorostiaga haber considerado en sus manuscritos, es en el sistema económico de la Constitución que se aparta del liberalismo alberdiano y sostiene en el Articulo 64, inciso 16 la protección de la industrial nacional y en el Articulo 64 Inciso 5 la creación de un Banco Nacional, al que Alberdi también se oponía.
Hay una anécdota para situarnos en la época que cita Horacio Salduna, historiador entrerriano, que recuerda que para entonces, en Europa, para situarnos en su momento, dice que se había realizado un Congreso de libre cambistas lo que hoy llamamos libre empresistas o de la libertad económica y se lo había invitado al ex Presidente de los Estados Unidos, Ulises Grant, dado que Estados Unidos había adoptado un sistema proteccionista diferente al que pretendían los británicos con el librecambismo. Cuando termina el Congreso, los libre cambistas le quieren sacar una expresión favorable al General Grant, acerca del librecambismo y sostiene que Grant responde que sí, que tienen razón, que es un gran sistema, que Inglaterra lo aplica recién después de tener 200 años de proteccionismo y que ahora Estados Unidos que recién implanta esto último, cuando tenga también 200 años de proteccionismo va a instalar seguramente el librecambismo como lo hacían los ingleses, y esta postura es la que adopta Gorostiaga en la Constitución Nacional.
Alberto González Arzac, en su obra "Convencionales Constituyentes" dice que "Alberdi quiso lucir a su manera una constitución que no ha sido hecha a su medida". Pero sobre todo Bartolomé Mitre, en las ediciones de La Nación del 16, 17, 18 de Noviembre y 21 de Diciembre de 1880 y 10 y 26 de junio de 1881 en donde habla sobre "La obra constitucional del Dr. Alberdi" sostiene la poca influencia que tuvo el pensador tucumano sobre la Constitución y le otorga a José Benjamín Gorostiaga, todo el peso y la influencia de su autoría. Hubo autores muy importantes de la historia constitucional del país Retrato de José Benjamín Gorostiaga por Antonio Alice  como José Rafael López Rosas, que en su obra "Historia Constitucional" también sostiene sobre los papeles de José Benjamín Gorostiaga que de ese trabajo no puede hablarse que sea una fuente o modelo, porque es en realidad la Constitución misma. Más sobre la autoría Félix Chaparro, en su obra "El Liberalismo en la Constitución del 53" también sigue esta postura y el constitucionalista contemporáneo Dr. Alberto Bianchi, también profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires en el prólogo de la obra de Baeza, "Exégesis de la Constitución" también dice que "a impulso de la influencia de Gorostiaga, se rechazó el proyecto de Alberdi".
Por último, para no citar sino a 14 o 15 autores, en el trabajo más reciente y el más moderno que es el de Manuel García Mansilla y Ricardo Ramírez Calvo en su obra "Fuentes de la Constitución Nacional" que se publica, por Lexis Nexis, en el año 2007, sostienen que no puede dudarse bajo ningún concepto de la autoría de Gorostiaga sobre la Constitución.
Podría citar asimismo a Bidart Campos, cuando habla en su historia política y constitucional de las fuentes de la constitución y también podría citar a Martiré, o a Ornar Bravo, en "Historia de las Instituciones Argentinas" y a aquel gran amigo con quien corredactáramos la Constitución Provincial recientemente reformada, el doctor Carlos Colauti, también profesor de la Universidad de Buenos Aires en Derecho Constitucional, ya fallecido, que colocaba a Gorostiaga como fuente al ser autor del "esbozo", por lo menos en la parte orgánica y el preámbulo.
Pero más allá señor Presidente, de todas estas opiniones doctrinarias que era necesario mencionar, quiero decir que afirmábamos el concepto de la importancia de la autoría de Gorostiaga en el siguiente hecho: la Constitución del 53 tenía 107 artículos, de los cuales toda la doctrina es conteste en afirmar que el preámbulo y la parte orgánica es decir, la distribución de los tres poderes y la función de los tres poderes es autoría exclusiva de Gorostiaga, quedando en duda quien fue el autor de la parte dogmática que constaba de 31 artículos y que según las tablas de equivalencias de los artículos de la Constitución americana con la nuestra, que realizó Ernesto Padilla y que después comentó Carlos Fayt.
En su obra, el actual Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Las Fuentes de la Constitución Argentina", dice que 60 artículos de la constitución americana fueron reproducidos literalmente en la Constitución Argentina. Lo que nos deja en la parte dogmática solamente a los artículos 1,2, 5, 14, 15 y 19 al 29 es decir, solo 17 o 18 artículos de los 107 en los que habría alguna una duda sobre sí los hizo o no Gorostiaga. Pero las 40 intervenciones que tuvo en los debates de la Convención Constituyente y la defensa de todos ellos y la autoría del informe de la elevación, nos hacen pensar que obviamente si el no los redactó en su integridad fue muy importante en la sanción de los mismos.
Ahora me pregunto yo, ¿por qué fue tan mezquina la posteridad con nuestro comprovinciano, este jurista santiagueño tan destacado? Una anécdota Quiero recordar una anécdota que tal vez si la entendiéramos nos explicaría ese carácter mágico, ese misterio insondable del alma santiagueña, tan llena de contradicciones. Hacia 1854 siendo Ministro de Justicia de la Nación, Santiago Derqui manda a todas las provincias un pedido de informes para que digan cuantos abogados matriculados hay en cada una y como está el reglamento de justicia en cada una de ellas. Por oficio del 12 de Junio de ese mismo año, el Gobernador Manuel Taboada contesta que en Santiago del Estero, no hay ningún abogado inscripto, y que ni siquiera hay reglamento de justicia. Esta cuestión es extraordinaria. Mientras Santiago del Estero informa que no tiene ningún abogado inscripto, le dio a la Nación el abogado más importante que había en ese momento y que hizo su Constitución Nacional. Misterios del alma y las contradicciones del espíritu santiagueño... Creo que hay cuatro motivos fundamentales por los cuales la posteridad fue mezquina con José Benjamín Gorostiaga; el primero de ellos es su personalidad, un hombre -como decía Emilio Ravignani- "cuyos labios no se abrieron jamás para auto elogiarse", solamente hay un antecedente, que está en la Sección Manuscritos del Archivo de la Biblioteca Nacional en los papeles de Gorostiaga. Cuando él hace relación de todos los cargos que ha ocupado, dice, en uno de ellos, "redactor principal de la Constitución Nacional" y después se arrepiente y lo tacha, aparece tachado. Era tal su grandeza, como dice Félix Chaparro, que demuestra la autoría de la constitución, que él no obstante ser el miembro informante, el redactor de la constitución, el que hizo el informe de la elevación, firma al último, es el último de los Convencionales Constituyentes que firma y lo podemos ver en los facsímiles publicados en la obra de Chaparro mismo, en donde la firma de Gorostiaga es la última, es la que cierra el acta. Esta personalidad modesta, propia de los grandes, es tal vez una de las razones por las cuales la posteridad ha sido mezquina con él. La otra es su profunda vocación académica, que lo alejaba de la política, porque su importancia personal, la trascendencia de sus conocimientos y de su sabiduría, lo hacían permanentemente estar en la actividad política que el prefería rechazar; lo que ocurrió, por ejemplo, cuando fue designado candidato a Presidente de la Nación por un grupo de católicos militantes, como Pedro Goyena, José Manuel Estrada y los Frías, parientes de él, con el apoyo inclusive de Bartolomé Mitre, lo llevó a renunciar a la candidatura a Presidente cuando tenía muchas posibilidades de serlo, para dedicarse a su cargo o a su función de juez. La tercera causa, pienso que es la condición de católico practicante. Era un hombre profundamente católico, y en aquella época la masonería tenia una importancia vital, no solamente en las cuestiones trascendentales públicas sino también en el manejo, en la enseñanza y en la escritura de la historia. Hoy, nuestras calles, nuestras plazas, nuestras escuelas, están llenas de los nombres de los próceres que la masonería engendró. José Benjamín Gorostiaga era un hombre profundamente católico y obviamente, no era un hombre de ellos y su nombre lo recuerda solo una pequeña estación ferroviaria de la provincia de Buenos Aires y una calle del Barrio de Belgrano de esa ciudad. Y la cuarta razón, radica en nosotros, en los propios santiagueños, que no hemos sabido darle en el concierto nacional a José Benjamín Gorostiaga la posición que debiera tener. Hay un historiador santiagueño que admiro, que escribió la historia de Santiago del Estero dedicando un solo párrafo a Gorostiaga, manifestando que "se fue de chico y nunca más volvió" como si esto fuera descalificante, o acaso Juan Bautista Alberdi no se fue de chico de Tucumán y nunca más volvió? Sin embargo los tucumanos lo reivindican y están orgullosos de Alberdi, Rojas Paz y García Hamilton. El propio Bernardo Canal Feijoo, tiene una obra que se llama "Revolución y Constitución", muy voluminosa, de la biografía de Alberdi, y nadie escribió por Santiago del Estero la de José Benjamín Gorostiaga. Había nacido el 26 de Marzo de 1823 y murió el 3 de Octubre de 1891. Lo despidió una salva de cañonazos del Regimiento II de Artillería y una parada militar de los Batallones II, VII Y XII, de Infantería. Acompañaron sus restos -entre otros- Bartolomé Mitre, Luis Sáenz Peña, Amancio Alcorta y Julio Argentino Roca. Gorostiaga es, como nadie, acreedor y merecedor de aquella sentencia de Leopoldo Lugones sobre los santiagueños, la santiagueñidad de Gorostiaga se puede ajustar más que nadie a Lugones, que decía: "Que el santiagueño tiene la condición del viento, porque cuando sopla no le importa la polvareda que levanta".- Nada más, Señor Presidente.- (Aplausos prolongados en el recinto).

Semblanza de José Benjamin Gorostiaga efectuada por el Dr. Fernando N. Barrancos y Vedia al incorporarse a la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas en el sitial que ocupara el Dr. Roberto Repetto.

Fue el principal redactor del texto histórico de la Constitución Nacional de 1853 y miembro informante de la comisión de Negocios Constitucionales del Congreso General Constituyente, Juez y Presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Gorostiaga había nacido en Santiago del Estero el 31 de marzo de 1822 y se graduó en Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Su actuación pública la inició en 1852, como Ministro de Hacienda del Gobernador interino de la Provincia de Buenos Aires, don Vicente López y Planes.
Ese mismo año -1852- fue designado representante -junto con el padre Benjamín Lavaysse- de la provincia de Santiago del Estero ante el Congreso General Constituyente. En el anteproyecto de Constitución, Gorostiaga redactó de su puño y letra prácticamente la totalidad de la parte orgánica del texto así como el Preámbulo. Se inspiró en la Constitución de los Estados Unidos de 1787, en los comentarios de El Federalista de Hamilton, Madison y Jay, en el proyecto de Alberdi, y en la Constitución Argentina de 1826.
En 1865 Bartolomé Mitre lo designó Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cargo que desempeñó hasta 1868, fecha en que fue nombrado Ministro de Hacienda de la Nación; en 1871, durante la Presidencia de Sarmiento, fue designado nuevamente Juez de la Corte Suprema de Justicia, y luego, en 1877, el Presidente Avellaneda lo nombró a su vez Presidente de la Corte Suprema de Justicia, cargo que ejerció hasta 1887, cuando se retiró del Alto Tribunal. De tal modo, Gorostiaga integró la Corte Suprema de Justicia durante casi veinte años, con lo cual puede sostenerse con firmeza que fue un auténtico y celoso intérprete del texto que en gran parte había sido resultado de su inteligencia y de su erudición y, de tal modo, señaló rumbos en la fecunda tarea del Alto Tribunal.